domingo, 30 de noviembre de 2014

Los grandes objetivos y obras.

Los principales objetivos de Mons. Barbisotti fueron: organizar el ayor numero de parroquias en los principales centros habitados de la provincia, dotandolas de iglesia, escuela, colegio y obras asistenciales y sanitarias.

En la ciudad de Esmeraldas se crearon estas parroquias: la catedral Cristo Rey, San Jose Obrero, Virgen de Fatima (Las Palmas), Santa Marianita, y la parroquia urbana/rural de la Sagrada Familia. En el sector rural se iniciaron la de Atacames, Santa Maria de los Cayapas, Rocafuerte, Borbon y Viche.

En Esmeraldas construyo la hermosa Catedral, el colegio Sagrado Corazon, el Centro de Espiritualidad "Santa Cruz" porque, concluidas las grandes obras, se sentia la necesidad de dedicarse con mas ahinco a la formacion de cristianos autenticos y, en particular, de lideres cristianos.

Practicamente en las parroquias de la ciudad y del campo, desde el comienzo, funcionaron escuelas, colegios para impartir una educacion verdaderamente cristiana. Es por eso que se presenta urgente la necesidad de organizar un Normal Catolico, obra que se realizara por etapas, a partir del 1964, hasta la Institucion del Normal Superior n.8 en 1975 y, finalmente, de la Universidad Catolica P.U.C.E.S.E. en 1981.

Entre las obras sociales: los dispensarios medicos, el Hospital de San Lorenzo y la Ciudad de los Muchachos, que fue una de las obras mas significativas.



Constructor de iglesias dedicadas a la Virgen.
En Ecuador, padre Vicente se manifesto como un misionero muy emprendedor, de mucho celo y actividad. En Quito edifico la nueva iglesia parroquial, dedicada a la Inmaculada Concepcion de Maria, en Inaquito, entregada por la diocesis quitena a los combonianos, y pensaba seriamente en la fundacion de un colegio dedicado a Daniel Comboni. Escribe al Superior general:
"Usted sabra que estamos construyendo la nueva iglesia parroquial, que sera el signo de una renovacion espiritual de una zona con mas de 20.000 habitantes... Despues vendra la "obra social" que usted ha sugerido, el colegio que llevara el nombre de Comboni..."

Una vez terminada la preciosa iglesia de Inaquito, padre Vicente paso a Esmeraldas para encargarse de terminar la segunda parte de la monumental iglesia de La Merced, cuya construccion estaba suspendida hace tiempo. Puso toda sua alma en este estupendo trabajo. Quedo un poco inconforme, cuando, al inaugurarse la iglesia, todo el merito fue atribuido al que construyo la primera parte. Alli fue cuando, amargado, acepto o pidio el pase a Guayaquil.
En Guayaquil, con el particular celo de siempre, inicio la construccion de la gran iglesia dedicada al Corazon Inmaculado de Maria, en el Guasmo. Pero tambien alli, a pesar de sus notables y exitosas actividades, se encontro con serias dificultades, solo y aislado.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Padre Vicente Cioffi

Vicente tuvo una adolescencia difícil. Su familia era numerosa, muy pobre, y el trabajo del papá José y de la mamá María Inmaculada a mala pena bastaba para mantener cuatro hijos y dos abuelos. No tenia mucho éxito en los estudios, también por la precaria situación familiar. Su párroco le ayudaba espiritual y materialmente. Durante el tiempo de los primeros años de sus estudios, Vicente trabajo en una peluquería, después se fue a la mar como aprendiz marinero, y, en conclusión, de alguna manera llego a cursar el primer año de Liceo, que perdió.

A estas alturas, sintió el deseo de ser misionero. Los que le conocían, aunque apreciaban le buena conducta del muchacho, en cuanto a su vocación estaban en "veremos". Vicente se había encontrado con el famoso reclutador, padre Fare, comboniano, y juntos habían examinado su vocación.
Las motivaciones parecían positivas. Escribe el joven Vicente, pidiendo su admisión al noviciado comboniano:
"Mi firme decisión es la de donar a Dios mi juventud como instrumento de salvación para tantas almas que están lejos de la fe... Son dos años que pido a la Madre celestial que me ilumine sobre mi decisión, y ahora mas que nunca lo hago delante del Sagrario... Voy con el firme propósito de permanecer, aunque me considere indigno, en el Instituto comboniano por toda la vida que Dios me de, para llevar el Evangelio a los que, sin su culpa, lo ignoran..."

Fue aceptado, a la edad de 23 años, y entro en el noviciado. Las primeras impresiones fueron buenas de ambos lados. El superior escribe: "...Es un joven dueño de si mismo, un hombre de acción, un poco tímido y reservado, pero muy alegre con los hermanos. Tiene un buen carácter y una piedad suficiente y desea seriamente avanzar en la virtud..."
Después de cursar los estudios regulares, fue ordenado en Milan el 30 de marzo de 1963, a los 30 años de edad.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Los Combonianos Misioneros del Ecuador

Hacia una Iglesia Local
Hace 50 años: el 2 de abril de 1955, llegaron los primeros Misioneros Combonianos a Quito (conocidos tambien con los nombres de "Misioneros de las Misiones Africanas" e "Hijos del Corazon de Jesus"). Habian sido fundados, casi un siglo antes, por el que es ahora un santo de la Iglesia universal, San Daniel Comboni, primer obispo de Africa Central, conocido como el "Padre de los Negros".

Los motivos por los cuales la Santa Sede confio a este instituto exclusivamente misionero el cuidado de la Iglesia en Esmeraldas, fueron principalmente dos: primero, en ese momento los Combonianos tenian personal suficiente para cumplir con ese mandato, pues muchos de ellos habian sido expulsados por el gobierno musulman de las misiones de Sudan meridional (Africa Central). En segundo lugar, ellos, por su experiencia misionera, conocian la idiosincrasia y muchas costumbres y tradidiones de los pueblos negros y estaban acostumbrados al clima de la naturaleza tropical.

En estos 50 años, gran parte de nuestra historia se han desarrollado en el Vicariato Apostolico de Esmeraldas, y solo en los ultimos años se desarrollo en otras provincias del Ecuador: Manabi, Guayaquil; y en las ciudades colombianas de Cali, Bogota, Medellin, Aguachica y Tumaco.

¿Quien fue San Daniel Comboni?

Daniel Comboni nació en Limone sul Garda, Brescia, el 15 de marzo de 1831, en el seno de una familia de agricultores empleados de uno de los terratenientes locales. Siendo el cuarto de ocho hijos, y el único en sobrevivir a la infancia, Daniel siempre fue muy apegado a sus padres. La familia de Daniel siempre fue muy unida y con grandes valores morales, a pesar de su mala situación económica. Tal vez fue la pobreza la que orilló al joven Daniel a abandonar el hogar paterno para iniciar su educación en Verona, en el instituto fundado por el Padre Nicolás Mazza. Durante sus años en el Instituto, daniel descubrió su vocación sacerdotal y completó sus estudios en filosofía y teología. Fue en el Instituto donde se interesó por las misiones en África Central, gracias a los maravillosos relatos ofrecidos por los misioneros que volvían al Instituto del Padre Mazza, fue precisamente durante la visita de uno de ellos, el Padre Vinco, que el joven Daniel se sintió llamado a la dura misión de evangelizar el África Central. En 1857 partió (con la bendición de su anciana madre) con rumbo al continente negro acompañado de otros cinco misioneros del Instituto.
Luego de un viaje de cuatro meses de duración, la expedición llegó a Jartún, capital de Sudán. Los misioneros se establecieron inmediatamente en medio de la selva, iniciando así su ardua labor. La tragedia no tardó en ocurrir: el Padre Oliboni contrajo una fiebre mortal y falleció. Fue durante el entierro de su compañero, primera víctima de la inhóspita atmósfera de la selva africana, que Comboni pronunció su célebre frase: "El África o la muerte". Poco después volvió a Italia, para trazar un nuevo plan para las misiones en África. En 1864, mientras rezaba frente a la tumba de San Pedro en Roma, Comboni se sintió inspirado para trazar su "Plan para el Renacimiento de África".
Comboni sostenía que la sociedad Europea y la Iglesia debían tomar un mayor interés por las misiones de África Central, por lo que se dio a la tarea de emprender numerosas giras por Europa, visitando a monarcas y a altos jerarcas de la iglesia, pidiendo ayuda material y espiritual para los misioneros en el continente africano. Entró en 1867 y 1872 estableció dos institutos para misioneros, uno para hombres y otro para mujeres, que más tarde fueron conocidos como los misioneros y hermanas Combonianas. Daniel Comboni participó en el Concilio Vaticano I, como el teólogo del obispo de Verona, y fue capaz de convencer a 70 obispos de firmar una petición para la evangelización de África Central: Postulatum pro Nigris Africæ Centralis. El 2 de julio de 1877, Comboni fue nombrado Vicario Apostólico de África Central, y fue nombrado obispo en agosto de 1877.
En los años siguientes, una serie de catástrofes naturales, seguidas por hambrunas sin precedentes en África, llevaron a las misiones al borde del fracaso, y en 1880, Comboni emprendió su octavo y último viaje al continente africano, para motivar a los misioneros supervivientes. En 1881, fue sorprendido por una fuerte tormenta en medio de la selva y contrajo una seria enfermedad, que lo llevó a la muerte el 10 de octubre de 1881. El padre Daniel Comboni fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 17 de marzo de 1996 y fue posteriormente canonizado por el mismo pontífice el 5 de octubre de 2003.

martes, 4 de noviembre de 2014

¿Quien fue la Virgen de las Mercedes?


Introducción

La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una advocación mariana venerada por los católicos de la Bienaventurada Virgen María. Es equivalente también el nombre de Virgen de la Misericordia.

Breve Historia

La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.

San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.

San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.

En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".

Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.

El Padre Gaver, en 1400, relata como La Virgen llama a San Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.

Nolasco la pide ayuda a Dios y, en signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.

Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.

¿De donde proviene el nombre Merced?

El nombre de Mercedes está indisolublemente unido a la historia de los religiosos mercedarios y a la persona de San Pedro Nolasco, fundador de la “Orden de la Virgen Maria de la Merced de la Redención de Cautivos”. en el siglo XIII, mas precisamente en el año 1218.

Para comprender mejor el significado de esta orden debemos conocer que ocurría en España (lugar donde tuvo lugar el acontecimiento) en aquella época. Eran los tiempos difíciles en que la madre patria luchaba contra los musulmanes, que desde el 718 ocupaban su territorio. Era la época de la Reconquista, nueva Cruzada, ahora en Occidente, contra los infieles.

Fue en estas circunstancias, que en la noche del 1º al 2 de agosto de 1218, Pedro Nolasco tuvo la aparición de la Virgen Maria, la que le expresó que fundase una orden en su nombre, para redimir cautivos, con obligación de quedarse en prisión si fuera necesario, para que obtuvieran la libertad los que estuviesen en peligro de faltar a la fe. Pocos días después, el 10 de agosto, tuvo lugar la fundación solemne de la Orden en la Catedral de Barcelona con la presencia de Pedro Nolasco, el canónigo Raimundo de Peñafort, el obispo Berenguer de Palou y el propio rey de Aragón, Don Jaime I.

En la oportunidad, Nolasco y un grupo de compañeros, tomaron el hábito blanco y el rey les concedió el uso de su escudo de armas, de cuatro barras encarnadas en campo de oro, sobre las cuales se añadió una cruz blanca, que llevaron los religiosos en sus pechos y que han conservado después que la Orden dejó de ser militar.

Historia del escudo de la Merced



Cuenta la tradición que Wilfredo I el Velloso, Conde de Barcelona, ejercía su señorío con cierta independencia de los soberanos de Aragón. Un día, Carlos el Calvo, emperador de los Francos, en el siglo IX, requirió la ayuda de Wilfredo en contra de los normandos que invadían sus dominios. La victoria favoreció a Carlos gracias a la heroicidad del Conde de Barcelona, que fue herido gravemente en la lucha. Fue entonces que el Emperador concurrió junto al lecho de campaña de su aliado, y premió sus servicios concediéndole armas heráldicas. Para ello, con cuatro dedos de su mano derecha, marco, sobre el escudo de éste, cuatro líneas verticales con la sangre que emanaba de sus heridas,  quedando así un escudo de fondo dorado atravesado por cuatro barras rojas.



Desde el siglo IX los Condes de Barcelona usaron ese escudo, siendo adaptado siglos después por el Reino de Aragón, el mismo que fuera concedido por Jaime I a la Orden de la Merced.




jueves, 30 de octubre de 2014

Fundada "Pleno Jure" (pleno derecho) en 1940 - Asumida Abril 13, 1955

Fue la primera y única Iglesia en la ciudad, desde los tiempos de la Colonia hasta la llegada de los Combonianos. Fue Instituida como parroquia "pleno Jure" en el ano 1940. Antes y después de esta fecha fue atendida por los Mercedarios, Jesuitas, Carmelitas y diocesanos.

La primera Iglesia fue ciertamente construida por el jesuita P. Onofre Esteban, alrededor del ano 1613, cuando reunió varios pueblos indígenas del río Esmeraldas en el sitio que actualmente ocupa la ciudad, para facilitar su evangelización.



Con la llegada de un grupo de los Mercedarios, que trabajaron especialmente en el norte y paulatinamente se extendieron por toda la zona costera, seguramente la primera Iglesia fue renovada y dedicada a la Virgen de la Merced.



Después de la revolución de Carlos Concha (1913-1916) regresaron los jesuitas en forma estable. En la década de 1920-1930 prácticamente se reconstruyo la Iglesia haciéndola mas grande y bella, con estructura de madera y paredes de mezcla de cemento y argamasa. Así fue como la encontraron los Combonianos en 1955. Esta Iglesia se utilizo hasta el 1967, cuando se inicio la nueva Iglesia de hormigón armado.

El ultimo párroco carmelita fue el P. Manuel Ruiz de la Virgen del Carmen. El primer párroco Comboniano fue el P. Luis Marro el 17 de Abril del 1955.

En el Parque frente a la Merced fue consagrado el primer Obispo de Esmeraldas, Mons. Ángel Barbisotti, el 02 de Febrero de 1958.

La nueva y definitiva Iglesia fue construida según los planes del Ing. Gortaire ( De Quito) en su original estructura que recuerda una tienda de campana: la Iglesia esta "peregrinando" en este mundo como el pueblo hebreo por el desierto, viviendo bajo tiendas provisionales.
La construcción se realizo en dos parte: el presbiterio y la primera mitad por iniciativa del P. lindo Spagnolo, la segunda mitad y las fachada por el P. Vicente Cioffi. Se termino definitivamente en 1979.

La Iglesia de la Merced, fue declarada Santuario Mariano Diocesano en 1989.